Una cocina diseñada para reunirse, no solo pensada para cocinar, sino también para socializar y compartir momentos. En este proyecto, la cocina está abierta al comedor y a la entrada de la vivienda, creando un poco de intimidad con esta última, mediante unas lamas verticales. La península cuenta con una zona de barra que fomenta la conversación alrededor de un buen vino, mientras se cocina.